El ser humano es espíritu
El cuerpo es solamente la funda terrenal para el espíritu y el alma
Bruno Gröning les explicó a sus oyentes la verdadera esencia del ser humano. "¿Quién es Ud.?", preguntó. Ninguno de sus oyentes supo decir algo, excepto su nombre. Bruno Gröning no dejó que esto se quedara así. "¿Es Ud. un cuerpo?" siguió preguntando. Como nos quedamos callados, nos explicó que no somos un cuerpo sino que siempre hemos sido un espíritu; que nuestro cuerpo lo hemos recibido por medio del nacimiento, prestado por Dios para ésta, nuestra vida en la tierra y que lo tenemos que devolver a la tierra cuando muramos. Nuestra alma establece la conexión entre nuestro cuerpo y nuestro espíritu y que se lleva a la eternidad las experiencias buenas y las malas. El alma es la que lleva consigo el destello divino y en el momento en que se abre por medio de la fe, establece la conexión con Dios. Pero cuando el alma se cierra y no tiene fe, la conexión con Dios se corta.
Entonces el cuerpo no es lo más importante en el hombre, sino que es solamente la funda terrenal del espíritu y del alma. Así, con la muerte del cuerpo no se acaba todo, como hoy en día cree mucha gente, sino que la vida sigue. La vida no está sujeta al cuerpo.
El ser humano no es malo; sólo cuando se descuida cae en las garras del mal
El ser humano es un espíritu, su cuerpo es un regalo que Dios ha puesto a su disposición para su vida terrenal. La finalidad verdadera del hombre es que utilice su cuerpo para lo bueno y pueda concretar así sus buenos pensamientos. Pero el hombre también tiene la posibilidad, por su libre voluntad, de utilizar su cuerpo para lo malo, para robar, para matar, para destruir. De las acciones de un hombre se puede sacar la conclusión con quién está en conexión y al servicio de quién está: al de Dios o al del demonio. Esto no quiere decir que el hombre sea bueno o malo sino que:
"El ser humano es y seguirá siendo divino, nunca es diabólico, nunca es satánico, nunca es malo, sólo cuando abandona a Dios, cuando se abandona a sí mismo, solamente entonces puede ser alcanzado por el mal. No es el ser humano quien hace el mal, sino Satanás. De lo malo no podemos esperar nunca nada bueno. Así como de Dios nunca podemos esperar nada malo."
"Cuando el hombre es débil cae en lo malo, cuando cae no puede seguir el camino que lo conduce hacia arriba, pues para ello le hace falta la fuerza. Cae y llega directamente a los brazos de Satanás y se queda allí perdido por un buen tiempo a su merced y tendrá que ser servidor del mal, si no llega una mano salvadora que lo saque y lo ayude a salir de allí."
Cada pensamiento tiene un efecto
La obligación de cada ser humano es la de mantener su cuerpo en orden. Todo pensamiento negativo, toda palabra mala y toda acción mala producen daño al cuerpo, es decir, cuando el espíritu no está en contacto con Dios y se da al poder negativo, entonces puede ocasionar enfermedades en el cuerpo.
Pero cuando el espíritu se abre nuevamente para que la energía divina entre en él, la consecuencia será la curación del cuerpo. Por este motivo, la posición, la ideología del propio espíritu es tan decisiva. Pues siempre depende del individuo mismo, de cómo se abra hacia lo bueno y como acepte en su corazón la enseñanza de Bruno Gröning. Un tratamiento del cuerpo sólo puede combatir los resultados pero no puede curar las causas. Esto sólo puede hacerlo la persona misma, dando pasos hacia la "gran conversión".