Healings of disabilities due to frostbite
Curación de las dolores en las piernas, ambos lados
Sra. E.K. 62 Colonia (Alemania)
Durante la huída, en el crudo invierno del 1945, yo sufrí de congelamiento en ambas piernas y desde esa época yo padecí de fuertes dolores en las mismas y también durante la noche. Los dolores se irradiaban hasta en los dedos de los pies y las caderas. Desde el tobillo hasta la rodilla, las piernas estaban con escaras, hinchadas y enrojecidas, por lo cual yo no estaba en condiciones de poder caminar al cien por ciento, yo tenía la sensación de no tener energía, de que las piernas estaban sin vida. Las pomadas recetadas por los médicos no surtieron efecto alguno.
Después de la charla de introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, a finales de abril de 1991, yo me encontré liberada de los dolores y lo estoy hasta el día de hoy. Las piernas se han vuelto livianas y no están escoriadas lo cual me permite caminar y dormir sin dolores ni problemas.
Curación de las dolores de las manos, ambos lados
Sr. K.H. (31) Schmallenberg (Alemania)
El congelamiento padecido en ambas manos durante un entrenamiento militar convirtió mi vida en un sufrimiento durante 7 años. Con el frío me venían también dolores punzantes en el dorso de la mano, los cuales se desplazaban hasta la muñeca y me obstaculizaban el poder apretar, agarrar con fuerza.
Durante el primer invierno despues de mi introducción a las enseñazas de Bruno Gröning y por un período de dos días yo tuve el dedo pulgar hinchado, lo cual no me permitió realizar mi trabajo, yo soy herrero de profesión. Algunos meses más tarde yo estuve pedaleando con la bicicleta durante unas dos horas y en el trayecto me di cuenta de que me había olvidado de ponerme los guantes, los temibles dolores no aparecieron y hasta el día de hoy me encuentro libre de los mismos.