Healings of headache
Healing from severe chronic headaches
John Leiker (55), Buffalo (USA), about his brother Bernie Leiker (57)
My older brother Bernie is without doubt the person I most admire. He was always there when I needed help. I can't remember a single time when I asked a favor of him that he said "no".
I was five years old. Bernie was seven. We were going to school together, a distance of about half a mile. The way took us over a heavily traveled street. I still remember the words of my mother, "Bernie, keep an eye on your little brother!" It was raining that morning when we arrived at the crossing. I ran ahead of my brother over the street as a car turned into the main street. I froze as I saw the car coming toward me. The driver hadn't seen me. My brother ran onto the street and shoved me out of danger, but the car hit him and threw him 15 yards away. His head struck the concrete curb. He lay there unconscious in a pool of blood.
Spontaneously healed after ten years of continual headaches
Daniela H. (25), Hamburg (Germany)
I suffered from headaches from 1989/90 on. Shortly before this pain, which tormented me 24 hours a day, first appeared, I had suffered a light brain concussion by falling on my head while ice-skating. The doctors I consulted attributed the pain to that.
Healing of pain from hip arthritis and chronic headaches of over 15 years' duration
Shakila Premcharan (52), Suriname/South America
Since 1995, I had had continual pain in my pelvis and hips, running downward from my waist. I would go to bed with this pain and get up with it. My family doctor treated me with medication and injections. Since there was no relief, transfer to a hospital ensued. Analysis of the examinations such as x-ray, ultrasound, and laboratory tests yielded the diagnosis of arthritis.
In addition, headaches had tormented me for 15 years. They were severe, especially after sleepless nights. The treatment consisted of the medication Paracoff.
Curación de daños de forma generalizada, sin un diagnóstico definido
Sra. G.W. (25) Burghausen (Alemania)
Durante 10 años yo sufrí de dolores de cabeza y de una forma casi diaria en los últimos 2 años. Estos dolores se manifestaban a través de la sensación de una fuerte presión en la región occipital, así como también, en la zona frontal. Dichos dolores aparecían casi siempre por la tarde, aumentando en intensidad hasta el anochecer. A causa de los dolores permanentes, yo me retiré in mí misma y, aparte el trabajo, me quedaba casi únicamente en la casa. Yo estaba sin energía, irritable y me sentía cansada.
En julio de 1996, tuve conocimiento de las enseñanzas de Bruno Gröning y dos semanas después de mi introducción a las mismas, los dolores padecidos durante muchos años, habían desaparecido como por arte de magia. Hoy en día, yo tomo parte activa en mi vida con alegría (deporte, visitar amigos, salir, etc.)
Curación del daño emanando desde las vértebras cervicales
Sra. I. Z. (74) Altdorf (Suiza)
Desde abril de 1991, sufrí de contínuos y fuertes dolores de cabeza y además padecía de vértigos. Lo dolores se iniciaban en la nuca transformándose en dolores de cabeza. El médico de familia me dijo que los mismos eran producidos a causa del desgaste de la vértebra cervical y para aliviarme los dolores me prescribió unas pastillas, las cuales producían un alivio; asi como también acupuntura, entrenamiento autógeno y magneto-terapia a través de un sanador naturista, no ayudaron para nada.
En esta situación encontré el Círculo de Amigos de Bruno Gröning y en junio de 1991, los dolores habían desaparecido y como por encanto desaparecieron los vértigos.
Curación como consecuencia de transtornos de la circulación sanguínea (a menudo
Sra. Ch. G. (48) Colonia (Alemania)
Durante 36 años y de una forma casi cotidiana, yo sufrí de fuertes dolores de cabeza, dolores que se mantenían durante todo el día. Siete doctores, 4 médicos naturistas probaron en mí las más variadas terapias si poder ayudarme en nada. Yo comía tabletas y pastillas como caramelos (Thomapyrin, Spalt, Gelonida, Methadon, Optadygon, Aspirina y muchas más), diariamente 12 pastillas y más tarde vinieron las inyecciones. Todos estos medicamentos no ayudaban para nada. Una neurológa me diagnosticó transtornos de la circulación sanguínea en la cabeza y como consecuencia me recetó Cinnarizin 75, Magnesio Verla, Diclophlogont-50 supositorios y Ergo Lonarid. Todos estos medicamentos ayudaban de una manera efímera.
Despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, en el mes de marzo de 1991, y durante todo un día, yo padecí de fuertes dolores de cabeza, náuseas y de dolores en todo el cuerpo. Al otro día los dolores habían desaparecido y no han vuelto nunca más. Despues de 36 años de sufrimientos, esto fué para mí una liberación que no puedo explicar con palabras.
Curación como consecuencia de transtornos de la circulación sanguínea (a menudo
Sra. I.S. (55) Olpe (Alemania)
Durante 19 años sufrí de unos fuertes y contínuos dolores de cabeza, especialmente en la parte superior de la cabeza, a veces estos dolores se extendían hasta la región occipital. Estos dolores se manifestaban bajo forma de una presión insoportable en la cabeza. El médico de familia decía que eran transtornos de la circulación sanguínea. Contra los dolores me fueron recetadas unas tabletas y las mismas me producían un alivio tanto tiempo como duraba su efecto, una vez pasado el mismo, los dolores reaparecían de nuevo tal como antes.
En el mes de julio de 1991, entré en contacto con las enseñanzas de Bruno Gröning y tres meses más tarde recibí la curación. A partir de esa fecha me encuentro liberada de los sufrimientos padecidos durante muchos años.
Curación de daños de forma generalizada, sin un diagnóstico definido
Sr. H.J.M. (64) Altenkirchen (Alemania)
Por más de 30 años, diariamente, yo padecí de dolores de cabeza y, para mitigarlos tomaba las pastillas Spalt. A finales de los años 60 y durante un control médico, yo mencioné dichos dolores de cabeza y a partir de esa fecha me fueron recetadas las tabletas Neuralgin. Éstas las tomaba de una forma alternada conjuntamente con las pastillas Spalt, cuando los dolores eran inaguantables; de esta forma yo consumía hasta 12 tabletas/pastillas por día. A pesar del consumo de dichas pastillas yo me encontraba libre de los dolores únicamente por 1 - 2 horas por día.
Despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning el 6.2.1991, yo seguí padeciendo de los dolores de cabeza durante unos 14 días más, es decir que los mismos se manifestaron hasta el 21.2.1991, de una forma degresiva. Desde el mes de marzo de 1991 yo no sufro más de dolores de cabeza y me encuentro liberado de los sufrimientos padecidos durante muchos años.
Curación de daños de forma generalizada, sin un diagnóstico definido
Sra. I.D. (57) Bochum (Alemania)
Hace unos 15 años y de forma repentína, sin una causa externa reconocible, sufría de dolores de cabeza. A partir de ese momento, dichos dolores fueron mis compañeros inseparables durante el día y la noche. Durante las horas nocturnas, yo me despertaba a causa de los dolores y como consecuencia de ésto, durante el transcurso del día me encontraba cansada, por lo cual las tareas domésticas eran las que más sufrían. A menudo los dolores eran tan insoportables que estaba obligada a tomar pastillas, ahora bien, pasado el efecto de las pastillas, los dolores reaparecían de nuevo.
Despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, en el mes de octubre de 1993, durante algunos dias no padecí de ningún dolor de cabeza. Después de ese lapso, los mismos reaparecieron tal como antes y a veces más intensos. Desde principios de diciembre de 1993, yo me encuentro libre de los dolores de cabeza, puedo dormir sin problema alguno y no necesito de medicamentos.
Curación de daños de forma generalizada, sin un diagnóstico definido
Sra. K.H. (48), Bremen (Alemania)
Durante 15 años padecí de dolores de cabeza y, según el tipo de estrés al cual estaba sometida, se presentaban unas 3 veces por mes y con el pasar del tiempo fueron empeorando. Yo me levantaba con unos dolores taladrantes en la región occipital que se desplazaban hasta el ojo derecho. A pesar de tomar hasta 4 pastillas de Thomapyrin, los dolores se mantenían durante todo el día.
Despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, los dolores desaparecieron repentinamente. Tres meses más tarde, los mismos reaparecieron de una forma muy débil y después nunca más. Desde hace tres años, me encuentro completamente libre de dolores de cabeza.
Curación de daños de forma generalizada, sin un diagnóstico definido
Sr. L.S. (56) Olpe (Alemania)
Durante 31 años yo padecí de dolores de cabeza, a pesar de los mismos nunca consulté a un médico, por que yo no quise ésto. Los dolores de cabeza empezaban alrededor de las 7 de la mañana y duraban todo el día; era un dolor penetrante que cubría todo el cráneo. Yo consumía hasta 5 tabletas (Thomapyrin) por día, las mismas me producían un alivio durante unas 4 - 5 horas, después de este intervalo, los dolores empezaban de nuevo. Antes de acostarme, tomaba otra pastilla para poder transcurrir la noche en paz, a veces me despertaba y, para poder seguir durmiendo, tenía que tomar otra más.
En junio de 1991, tuve conocimiento de las enseñanzas de Bruno Gröning y, después de mi introducción a las mismas, los dolores de cabeza se volvieron débiles permitiéndome reducir el consumo de las tabletas. Despues de unos 10 - 14 días, los sufrimientos desaparecieron de una forma repentina y ahora, después de 31 años, me encuentro liberado de sufrimientos.
Curación del daño emanando desde las vértebras cervicales
Sr. H.R. (65) Wegberg (Alemania)
Durante 25 años padecí de dolores de cabeza; los cuales, a veces, eran tan fuertes que no podía ir al trabajo, ya que tenía que estar acostada. Los doctores me informaron que los dolores provenían de la vértebra cervical. En mi desesperación para poder eliminar los dolores, yo consumía hasta 10 tabletas (Prontopyrin) por día. Muy a menudo, y por manos de mi ortopeda, yo me dejaba reponer la vértebra cervical; los dolores desaparecían durante un lapso limitado para volver con la misma intensidad que antes.
Despues de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, en el mes de noviembre de 1987, no sufrí de ningún dolor de cabeza más y no necesité más de ningún tipo de medicamentos. Yo creo que nadie puede tener una idea de lo que significa el estar libre de dolores, despues de 25 años de sufrimientos.