Sanación de una Migraña

Àgnes Szilágyi de 58 años, Pécs, Hungría

Desde que tenía 13 años (hace 45) padezco de migraña. En un mes tenía de 11 a 12 días los ataques de migraña, los cuales venían siempre acompañados de fuertes dolores de cabeza, vómitos y problemas de concentración. Durante ésos ataques de migraña se me sensibilizaban extremadamente todos los órganos de los sentidos, cada ruido me molestaba e inclusive la luz me provocaba dolor. Todo ésto era horrible, casi insoportable. Aunados a la debilidad corporal, también me daban nauseas y vómitos. Yo trababa de aminorar todos ésos transtornos tomando Algopyrin, Demalgon y un sin fin de otros medicamentos, pero desgraciadamente nada me funcionaba.

Vivir con la enfermedad?

Yo trabajaba como enfermera y era madre soltera, tenía dos hijos, los cuales crié yo sóla. Fue muy difícil tener que trabajar y educar a mis hijos soportando ésos horribles dolores. Durante los ataques tenía que concentrarme extremadamente, para poder realizar mi trabajo. Èsto me robaba totalmente mi energía y casi no lo podía soportar. Yo aprendí a soportar mi situación, éso fue lo que hice, porque de todas maneras, tenía que seguir viviendo.

En la busqueda de la sanación

Yo creía en Dios, pero posiblemente no tenía la confianza, de que éstos horribles dolóres algún día desaparecieran. Yo busqué ayuda con diferentes sanadores y también busqué diferentes métodos de sanación alternativa. En 1996 llegó al mercado un medicamento caro, era un derivado (Derivado: sustancia derivada con estructura similar) del hasta entonces conocido medicamento Sumatripan (llamado: Imigran), el cual fue creado exactamente en contra de la migraña. Incluso éste medicamento sólo me funcionaba, cuando lo tomaba en el momento oportuno. Lo malo que tenía ése medicamento, era que sus efectos secundarios eran muy peligrosos, uno de ellos: el estrechamiento de las venas. Para mí, como enfermera, éste efecto era conocido y con mucho gusto hubiera prescindido del medicamento, pero sin él, la situación se empeoraba cada vez más.

La última esperanza

Llegó un momento en que ya no pude trabajar cuando tenía los ataques y me tenía que quedar en cama. Probé también el Reiki, porque entre 2002 y 2008 durante los ataques, hasta las actividades diarias normales me resultaban muy difícil de realizar. Ésta situación duraba casi siempre una semana y luego se calmaba algunos días y después comenzaba todo de nuevo. Yo investigué y busqué siempre una solución. A finales del a2007 leí en una revista mensual llamada “Revista de naturópatas” acerca de Bruno Gröning. Poco tiempo después ví en la misma revista un artículo con el anuncio de la película “Fenómeno Bruno Gröning”. Y supe inmediatamente que yo debía ver ésa película. En Abril del 2008 viajé a Kecskemét un día ántes de la proyección de la película. En el hotel donde me hospedé conocí en el lobby a un hombre joven, con el cual entablé una conversación. Para mi sorpresa, me comentó que él ya había visto la película y que al verla había recibido una liberación de una carga muy pesada. Éso confirmó mi presentimiento y le pedí a Dios que yo también, al ver la película, puediera recibir la gracia de mi sanación.

El poder de la palabra

Durante la proyección de la película, sentí fluir una fuerza en mi cuerpo, la cual no había sentido nunca ántes. Todavía una semana después, seguí sintiendo los dolores de cabeza con una intensidad habitual. Después desaparecieron todos los dolores totalmente. Desde entonces, los dolores intensos de los ataques de migraña, los cuales me hacían la vida tan difícil y había padecido por 45 años, desaparecieron totalmente. Hoy estoy totalmente libre de dolores, puedo disfrutar los cantos de los pajaritos y los rayos del sol. Los ruidos ya no me molestan más y puedo realizar mi trabajo sin ningún problema. Me siento muy agradecida con Dios y Bruno Gröning por haberme liberado de una carga tan difícil.