Curación de dolores de espalda crónicos tras un accidente
Abeysekera Abeysinghe (55, budista) Ratmalana (Sri Lanka)
Desde 1978 padecí fuertes dolores de espalda que me atormentaban y molestaban mucho. Por aquel entonces intenté mover con dos amigos una piedra enorme, pero justamente a medias mis amigos soltaron la piedra mientras yo todavía la sujetaba. El peso fue demasiado, y enseguida tuve la impresión como si mi columna vertebral se hubiera partido en dos y mi cuerpo se hubiera desgarrado. El dolor fue muy fuerte y no me pude mover más. Mis amigos me tuvieron que llevar al hospital más cercano, donde fui tratado durante un mes. El médico diagnosticó una torcedura. Me dijo que podía mejorar en el momento oportuno y que debía continuar visitándolo regularmente.
Dolores punzantes
También era necesario, cada vez que intentaba levantar algo pesado, cuando iba deprisa o cuando me giraba, etc., continuaba teniendo exactamente en medio de la espalda esos dolores punzantes e insoportables. Habitualmente duraban aproximadamente 15 minutos. Durante esa fase no me podía mover. Con grandes dificultades y con ayuda de otros me acostaba y descansaba después de haber tomado calmantes. Aparte recibía también entre otras cosas tiritas contra los dolores, masajes con aceites y terapia luminosa. A pesar de que esos tratamientos me procuraban alivio y hasta un cierto punto me relajaban, solo llevaba a una mejoría temporal. Ninguno de esos tratamientos médicos me libró completamente de los dolores.
Sin perspectivas de curación
A menudo estuve en hospitales y tomaba calmantes continuamente. Además los dolores me robaban el sueño durante las noches. Mis tareas cotidianas a las que antes estaba acostumbrado, ya no las podías hacer. Incluso el llevar cosas ligeras o acacharme era muy difícil. Solo podía hacer pequeños trayectos y no podía subir escaleras, lo que reducía mucho mi trabajo como interiorista. Aunque no dejé mi trabajo, no podía hacer mucho trabajo en la oficina porque estar sentado mucho tiempo me producía malestar. Por esos mis actividades estaban reducidos a trabajos muy ligeros. Esto me cargo psíquicamente mucho y estuve cada vez más depresivo.
La curación – una sensación de paz y tranquilidad y el deseo intenso de curarse
En febrero del 2008 conocí la guía del grupo local del Círculo de amigos de Bruno Gröning en Ratmalana. Le conté a ella sobre los dolores de espalda y ella me contó sobre la enseñanza de Bruno Gröning. Fue tan sencillo, así que participé inmediatamente en la hora comunitaria. En la toma de la fuerza divina percibí un sentimiento de paz y tranquilidad y tuve el profundo deseo de ponerme sano. Ya durante la hora los dolores se calmaron y al final de la hora estaba completamente libre. Desde entonces los dolores no han vuelto a aparecer. No necesito ningún medicamento más. Visito el encuentro local y hago el einstellen* en casa regularmente. Ahora me siento de nuevo bien y feliz, como una persona normal y he recuperado mis habituales actividades personales. Puedo resolver todos los asuntos en la oficina y en casa sin problemas. Por las noches puedo dormir bien de un tirón sin problemas. Llevo cosas pesadas, así como estaba acostumbrado antes del accidente y puedo andar largos trayectos.
Comentario médico
En este informe de éxito se trata evidentemente de una torcedura/distorsión en la zona de la columna vertebral. Los dolores se habían convertido en crónicos, de modo que el Sr. Abeysinghe estaba notablemente restringido en su vida profesional y cotidiana. Es poco común y medicamente inexplicable que dolores que se mantuvieron durante 30 años, desaparecieran repentinamente con la introducción a la enseñanza de Bruno Gröning y que a pesar de los esfuerzos corporales no han vuelto a aparecer. La conexión temporal entre la absorción de la Heilstrom y la aparición de la curación es más que evidente.
Dr. G. Blättner, médico
