Sanación de escoliosis y de artritis en la rodilla y columna vertebral
Nguyen Thi Bao Ngoc (73), Ho-Chi-Minh-City (Vietnam)
En 2004 empecé a tener dolores en la rodilla derecha. Estaba roja e hinchada. Apenas podía subir las escaleras, doblar las rodillas o agacharme. Los rayos x tomados en el año 2005 pusieron de manifiesto que mi rodilla estaba deteriorada. El doctor me receto medicación para paliar el dolor (Analgésico Dodatalvic y Glucosamina de 250 mg) También fui a fisioterapia, pero fue en vano. Subir las escaleras era un tormento. Tampoco me ayudaron las infusiones medicinales chinas y vietnamitas.
No había nada que funcionara
A los problemas de la rodilla, se le sumaron dolores en las lumbares en 2004. Ya no podía flexionarme, sentarme o estar de pie, sin continuas molestias en la espalda. Cualquier movimiento que involucrara a la columna vertebral, era realmente doloroso. Ya no podía limpiar el suelo, ni hacer trabajos en la cocina. Era dependiente de mis hijos para realizar casi cualquier tipo de tarea. Cuando me movía, lo hacía muy cuidadosamente. En 2005, el diagnostico del hospital fue, que tanto las vertebras lumbares como la curvatura de la columna vertebral, estaban deterioradas. El doctor dijo que no había solución al respecto. Tenía ya una edad y debía vivir con ello. En este momento, ya me era imposible realizar cualquier tipo de trabajo como profesora de baile o realizar alguna de mis aficiones, como jugar al ping pong.
Tenía la sensación de que mi corazón me estaba queriendo decir algo
A principles de marzo de 2008, estaba realmente deprimida y lloraba frecuentemente. Tenía la pala de ping pong en la mano, que mi amiga la señora Tin había comprado para mí en China, cuando me invito a visitarla a su casa el 9 de marzo de 2008, día en el tuvo lugar la introducción a la enseñanza de Bruno Gröning. La señora Tin siempre se había preocupado por mí. Durante la charla, yo estaba muy escéptica, ya que no era ni protestante, ni católica, ni budista. Sólo prestaba atención al culto a los ancestros. Pensaba: si la buena medicina de Francia, Japón y China no ha podido ayudarme, entonces, esta enseñanza tampoco lo hará. La verdad es, que pensaba que nadie podía ayudarme con esto. Pero entonces, algo ocurrió: Tuve la sensación de que mi corazón me estaba queriendo decir algo. Fue por ello, por lo que fui a una hora de comunidad con mis amigos Tin y Xuan y allí, viví el mejor día de toda mi vida. De repente, fui consciente de que podía volver de nuevo a creer en el bienestar y que después de todo, no había perdido la confianza en ello. Me di cuenta, de que esta era mi última oportunidad. Lloré de felicidad y alegría. Fue entonces, cuando empecé a hacer Einstellen regularmente y comencé a tener un dolor severo en mi rodilla derecha y en las lumbares durante tres días. Después de esto, el dolor fue bajando de intensidad paulatinamente y me iba sintiendo mejor día a día.
Iba a las horas de comunidad cada tres semanas y hacia Einstellen regularmente para la tomar la Heilstrom. Después de un mes, mi salud estaba completamente recuperada. Desde entonces, puedo volver a moverme libremente, subir las escaleras, agacharrme, flexionarme, subir a la bañera, fregar el suelo y hacer movimientos giratorios. Mi creencia en Dios ha ido creciendo, gracias a las enseñanzas de Bruno Gröning y a las cosas maravillosas, que he tenido la oportunidad de experimentar allí. Estoy agradecida a Dios, por haberme dado una nueva vida a través las enseñanzas de Bruno Gröning. Ahora, puedo bailar de nuevo bailes maravillosos y jugar a mi deporte favorito; el ping pong.
Comentario médico:
Durante un periodo de cuatro años, la señora Bao ha sufrido un dolor crónico, debido a una avanzada artritis en su rodilla derecha, así como de dolores en las lumbares, causados por el deterioro de los mismos. A pesar de la medicación adecuada contra el dolor, su vida estaba limitada, empeorando con el transcurso del tiempo. Incluso con el uso de los tratamientos posibles y disponibles, no siempre es de esperar, que en una enfermedad crónica de artritis en la rodilla, vaya a tener una posible mejoría. Sólo una prótesis de rodilla, podía ofrecer alguna esperanza para paliar el dolor. Desde un punto de vista médico, es muy inusual que la señora Bao pudiera estar libre de dolores, así como de que pudiera volver a moverse en tan sólo un mes. La cercana relación cronológica con la introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, es obvia.
Dr. M. K.