Curación de la inflamación crónica del hígado (hepatitis)

Sra. L.N. (32) Kerkrade (Países Bajos)

A principios de 1979, durante el consumo de droga y por haber utilizado una jeringa contaminada, yo me contagié de una inflamación del hígado. Como consecuencia yo fuí hospitalizado más de una vez, pero sin obtener una curación. En el entretiempo, es decir desde febrero de 1980, yo fuí declarado incapacitado para el trabajo y percibía una renta. Yo me encontraba constantemente cansado, irritable y me sentía sin energías. Un especialista en enfermedades del hígado diagnosticó una hepatitis no A y no B. Una laparoscopía con prueba de tejido dio como resultado una hepatitis crónica agresiva (activa) del tipo II y, según se me informó, la misma es incurable. El especialista canceló todas las curas precedentes y ordenándome un tratamiento de Prednison por un período de 2 años. Después de haber transcurrido un año y visto y considerado que no se había producido ninguna mejoría, yo me deshice de todos los medicamentos. Durante un control, en octubre de 1985, los valores registrados fueron: GOT: 240 U/L, GPT: 540 U/L ( el valor normal tiene que estar por debajo de 20 U/L). Medicina alternativa, como por ejemplo acupuntura, hierbas medicinales, etc., no me fueron de ayuda alguna. Como consecuencia de la falta de energía, yo no estaba en condiciones de trabajar por más de 3 horas.

Desde el momento de mi introducción a las enseñanzas de Bruno Gröning, el lunes de Pascua de 1990, yo fuí percibiendo un aumento constante de energía, energía que se mantenía por un lapso de tiempo siempre mayor, permitiéndome poder volver a trabajar. En el verano de 1991, un control médico dió como resultado unos valores normales. Ahora puedo trabajar durante todo el día sin problema alguno.