Healings of diverticulitis
Curación de la inflamación del recto (diverticulitis)
Sra. Ch.F. (52) Colonia (Alemania)
Ya siendo joven yo padecía de estreñimiento. A pesar de haber cambiado hacia los alimentos integrales, en el año 1980, los cuales me permitieron dejar de lado los laxantes, yo seguía teniendo, a menudo, esa plenitud del estómago y de una forma casi contínua padecía de ventosidades. En marzo de 1989 sufrí de dolores violentos en el bajo vientre y a veces había sangre en la materia fecal. A través de una rectoscopía, fué diagnosticada una inflamación del recto (Diverticulitis). Como consecuencia de esta inflamación yo padecía de dolores contínuos en el bajo vientre. Mi trabajo cotidiano, a causa de dichos dolores, se había transformado en una tarea muy pesada.
En octubre de 1989, fuí introducida a las enseñanzas de Bruno Gröning; después de la misma mi estado clínico fué mejorando de una manera constante. Desde abril de 1990 yo me encuentro libre de sufrimientos, los dolores del bajo vientre han desaparecido, mi digestión es completamente normal, a pesar de comer de todo.
Curación de la inflamación del recto (diverticulitis)
Sr. M.D. (68) Insbruck (Austria)
En el año 1981 empecé a sufrir de dolores ardientes en vientre y había sangre en la materia fecal, el diagnóstico médico fué: una inflamación del recto y, la única solución posible era una operación, al escuchar ésto yo dejé de ir a consultar el médico, evitaba el alcohol y los alimentos grasos y, por encima de todo, utilizaba medicamentos homeopáticos como Silicea, Aloe 3, etc. A pesar de todo ésto, los dolores en el intestino recto se mantuvieron durante todos estos años.
En mayo de 1992, fuí introducido a las enseñanzas de Bruno Gröning y enseguida pude percibir la energía divina. Durante la noche fuí al baño una sola vez y la defecación se presentó como una catarata y conjuntamente con la materia fecal fueron expulsados muchos grumos de sangre. Después de esta evacuación del vientre, yo me encontré libre de los dolores y me sentí mucho más liviano. Un control médico posterior no pudo determinar una inflamación del recto. Yo deseo agradecer a nuestro Señor por esta curación.
