Curación de 58 años de tartamudez y 25 años de bronquitis crónica

Dorofej E. K. (78), Gatschina, San Petersburgo (Rusia)

Desde hace más de 25 años sufría anualmente agudas enfermedades respiratorias, bronquitis, tos desesperante y resfriado. En exámenes realizados en la unidad de prevención de la tuberculosis me diagnosticaron bronquitis obstructiva. Para mí era especialmente terrible en primavera y otoño, pero también cuando comenzaba a hacer frío. Los detonantes de los ataques eran, por ejemplo, una larga espera en la parada del autobús, pies mojados en días lluviosos, una corriente de aire, etc.

Aparte de las diversas tabletas y preparados que tomaba, me recetaron inhalaciones, fisioterapia, sangrías, emplastos de mostaza y gimnasia terapéutica. Los médicos me aconsejaron dejar de fumar y evitar en lo posibe resfriarme. Las terapias me reportaron cierto alivio, pero de corta duración. En mi aflicción recurrí a la autoayuda y me dediqué a las hierbas curativas y la terapia de emplasto de barro. Cambié mi alimentación, separando los vegetales de los hidratos de carbono y las proteínas, sin conseguir no obstante la ansiada mejoría permanente.

El estrés, causa de tartamunedez

A la edad de 10 años comencé a tartamudear tras una situación de estrés. No podía pronunciar mi propio nombre. Era siempre el último en ir a las pruebas y solo lograba entenderme con los profesores con extremas dificultades. Sabía que el médico no podía ayudarme. Mi madre, mi hermano y su hija también tartamudean. También mi hijo tiene una leve tartamudez. Esta tartamudez era una pesada carga en mi vida y me agobiaba el alma.

Escuché hablar sobre Bruno Gröning en la calle

Casualmente escuché en la calle como dos mujeres conversaban sobre Bruno Gröning. Me sorprendió que todo fuera gratuito. En febrero de 1997 fui iniciado en la Enseñanza de Bruno Gröning. No sentí nada. Para mi era muy difícil creer en la energía divina , por que era ciento por ciento ateo. Quería comprender todo con la razón y no con el corazón.

Libre, tras décadas

Acudí regularmente a las reuniones comunitarias y quise convencerme por mí mismo de esa fuerza desconocida. Además, hacía regularmente el Einstellen dos veces al día. El efecto no se hizo esperar mucho. Inmediatamente después de la inciación, ambas dolencias se atenuaron perceptiblemente, y desde comienzos de 1999 estoy sano. Dos décadas de bronquitis crónica y casi seis décadas de tartamudez han quedado desde hace años en el pasado.

Como completo ateo, nunca hubiera creído antes que algo así fuera posible en nuestro tiempo actual. Cuando enfermedades que durante años ya se habían vuelto habituales desaparecen, la vida cambia por completo.

Ahora puedo hablar sin dificultad, me he vuelto feliz y conversador y tengo alegría de vivir. Poder hablar sin trabas ni vergüenza – creo que solo puede entender lo que eso significa quien por décadas no pudo hacerlo. Tampoco se ya qué es tenerle miedo al mal tiempo. Cuando se me mojan los pies, ya no me enfermo. Me tienen sin cuidado las corrientes de aire.

Comentario médico

La plena curación de ambas enfermedades crónicas mencionadas es muy impresionante desde el punto de vista médico y no se puede explicar médicamente.