Sanación de adicción a los medicamentos

V. S. (61), Berlín (Alemania)

Fue a partir de 1966, cuando empecé a padecer de unas severas migrañas una vez cada tres semanas. Desde el principio, empecé a tomar las pastillas Neuranidal (con cafeína) para aliviar, de alguna forma, los fortísimos dolores de cabeza y poder así trabajar. Debido a que en los años sucesivos, los doctores fueron incapaces de ayudarme con otra medicación y tratamientos, seguí tomando Neuranidal. En los años 80, debido a la vida estresante que llevaba, los ataques de migrañas aumentaron a una vez cada dos semanas y a partir de 1990, eran de una vez por semana. Cada vez, necesitaba tomar más Neuranidal para ser capaz de soportar el dolor. Vivía con el miedo constante de que ocurriera el próximo ataque, así que empecé a tomar las pastillas de forma preventiva, especialmente antes de tener una cita importante o tan pronto como me sentía ligeramente mal.

El consumo aumentó

Sin las pastillas, ya no era capaz de hacer frente a mi vida. Debido a que Neuranidal era fácil de conseguir, podía comprarlo en cualquier lugar. A partir de 1990, de repente, empecé a tener dificultad para respirar, lo que desembocaba en el miedo a asfixiarme y a la muerte. La dificultad respiratoria sólo desaparecía cuando tomaba Neuranidal. Después de cada dos o tres horas, volvía a ocurrir, así que todo esto acabó en un consumo diario de 7 pastillas al día. Uno de los médicos me dijo desde el principio: Señora S., la recomiendo que tome una pastilla al día. Estuve haciendo cuentas y el resultado fue, que desde 1966 hasta 1995, había ingerido alrededor de unas 25.000 pastillas de Neuranidal.

Resistencia ante cualquier tipo de pastilla

En mayo de 1995, vi un programa en la televisión sobre métodos alternativos de sanación, en los cuales, el círculo de amigos de Bruno Gröning hablaba de sus sanaciones. Una de estas curaciones, era la de un padecimiento de migrañas durante 30 años. Después de esto, escribí inmediatamente a la dirección de correo electrónico y fui introducida en junio de 1995. Tres días después de haber asistido a la conferencia del circulo de amigos, que tuvo lugar en agosto de 1995, la insuficiencia respiratoria había desaparecido completamente. Al mismo tiempo, empecé a tener una especie de resistencia ante cualquier tipo de pastilla. Desde aquel día, fui capaz de soportar el dolor sin tomar nada, incluso aguantaba hasta el dolor más severo. Algo, que hasta entonces, no había sido posible. Desde septiembre de 1995 hasta día de hoy, no he vuelto a tomar ningún tipo de pastilla.

Comentario médico:

A partir de los 20 años de edad, la señora S. empezó a padecer de migrañas cada tres semanas. Desde el principio, empezó a tomar las pastillas Neuranidal (ingredientes activos: ácido acetilsalicílico, paracetamol y cafeína) para poder reprimir el dolor. Como resultado del estrés y del aumento de los ataques de migrañas, empezó a tomar cada vez más y más medicación. Al final, la tomaba incluso antes de una cita importante. A la edad de 44 años, su dosis era la de siete pastillas al día. Además, también empezaron a aparecer síntomas de deficiencia respiratoria, acompañados de sentimientos de angustia cuando no tomaba las pastillas durante algunas horas. Con 49 años, fue introducida en la enseñanza de Bruno Gröning y empezó a hacer el Einstellen regularmente dos veces al día. Dos meses después, la necesidad de tomar pastillas había desaparecido. De un día a otro, también desaparecieron los síntomas severos que había padecido. Desde hace 11 años, está libre del consumo de pastillas. Incluso dejó de tomarlas durante los primeros años, en los cuales continuaban los dolores de cabeza. Una sanación de este tipo, de una forma espontánea, con la añadida habilidad desarrollada para soportar el dolor, sin la necesidad por ejemplo, de psicoterapia, sólo puede ser descrita desde el punto de vista médico, como algo “extraordinario”.